Carnaval

EN ARAGÓN

Aragón es un territorio amplio y de gran cultura y tradición carnavalesca. Si bien , muchos lugares han perdido sus carnavales tradicionales debido a diferentes causas.

Rey de Aragón de los Titiriteros de Binéfar.
Rey de Aragón de los Titiriteros de Binéfar. Fuente: M. Villalba

Aragón es un territorio amplio y de gran cultura y tradición carnavalesca. Si bien , muchos lugares han perdido sus carnavales tradicionales debido a diferentes causas. 

La primera de ellas es la prohibición de la fiesta. Muchos mandatarios, temerosos de la sátira y la crítica que pudieran recibir prohibieron la fiesta de diferentes maneras, por ejemplo, Carlos I en 1523 ordenó unos castigos para que “ no hubiera enmascarados en el reyno”, variando la pena según la condición económica del disfrazado siendo desde cien azotes públicos para las personas más humildes o el destierro durante 6 meses para los nobles.  

Felipe V endureció las penas pudiendo enviar a los castigados a galeras. A pesar de las prohibiciones la fiesta sobrevivió hasta su prohibición total durante el Franquismo durante 40 años no siendo hasta la década de los 80 cuando se volvieran a celebrar. Durante ese tiempo algunas de ellas se celebraban de forma clandestina o en núcleos rurales apartados. Pero muchas de ellas cayeron en el olvido para siempre.

Por otro lado, está la despoblación de los núcleos rurales. Muchos pueblos de Aragón al perder su población también perdieron sus costumbres y tradiciones, siendo una de ellas, el Carnaval. 

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Val de Chistau: Fuente: M. Villalba
Fotografía: Cristina Garcia

TRASMOZ

Tarazona y el Moncayo

Esta fiesta se recuperó por la Asociación El Embrujo de Trasmoz en noviembre de 2002. Se volvió a adornar las calles con calabazas vaciadas con ojos, nariz y boca perforada, a través de las cuales se puede ver la luz de una vela encendida. Esta tradición se ha transmitido de padres a hijos durante siglos.

En esencia, es una fiesta en honor de nuestros difuntos. Con su parte seria, pero también con su parte lúdica.

Actualmente, participa de la celebración un gran número de personas, y los actos se prolongan desde la mañana hasta altas horas de la noche.

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calabazas

Esta fiesta se recuperó por la Asociación El Embrujo de Trasmoz en noviembre de 2002. Se volvió a adornar las calles con calabazas vaciadas con ojos, nariz y boca perforada, a través de las cuales se puede ver la luz de una vela encendida. Esta tradición se ha transmitido de padres a hijos durante siglos. En esencia, es una fiesta en honor de nuestros difuntos. Con su parte seria, pero también con su parte lúdica. Actualmente, participa de la celebración un gran número de personas, y los actos se prolongan desde la mañana hasta altas horas de la noche.

El día da comienzo con la recolecta de las calabazas en el campo por parte de los más pequeños, acompañados por supuesto por sus padres y miembros de la asociación. Después, se distribuyen entre todos los asistentes todas las calabazas recogidas. A partir de entonces, cada uno realiza el vaciado de las mismas según sus aptitudes artísticas. ¡Algunas son verdaderas obras de arte! Posteriormente, se llevan a cabo actividades para niños y, desde hace algunos años, se elabora una judiada para todos los asistentes que se apunten.

Por la tarde hay maquillaje para niños y se reparten todas las calabazas por diversas calles del pueblo, principalmente en el camino que va desde la iglesia hasta el cementerio, porque cuando empieza a anochecer se realiza la procesión por ese lugar. Al llegar al camposanto se reza.

Fotografía: Cristina Garcia
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Fotografía: Pili Castro

El fin de la noche

Después de la parte seria, empieza un pasacalles donde los participantes pueden animarse a bailar. En ese instante, empieza la parte más esperada desde hace algunos años. Los jóvenes del pueblo realizan un recorrido de terror por las calles, el cual tiene un gran éxito y todo el mundo sale encantado del espectáculo. Desde unos años se pueden comprar las entradas por internet.

En otro escenario se van preparando suculentos bocadillos con productos a la brasa, con bebida y regalo incluidos en el precio.

Para terminar el día, se sube al castillo para degustar una queimada preparada, junto con un conjuro, por una de nuestras brujas, Lola. Además, otros vecinos del pueblo suben bebidas y dulces para todos los asistentes.

Textos: Cristina García. Asociación Embrujo de Trasmoz

Fotografía: Pili Castro

www.facebook.com/vdetrasmoz

trasmoz.com/luz-de-las-animas/

¿Sabías que…

En 1864, el escritor romántico Gustavo Adolfo Becquer pasó un temporada en el Monasterio de Veruela para recuperarse de la tuberculosis que padecía. Durante esos meses a los pies del Moncayo escribió sus Cartas desde mi celda. En ellas reflejó las historias de brujas y  de la Noche de las ánimas que eschuchó a los habitantes del Somontano del Moncayo.

“Cuando sus servidores llegaron despavoridos a noticiarle la muerte del primogénito de Alcudiel, que a la mañana había aparecido devorado por los lobos entre las malezas del Monte de las Ánimas, la encontraron inmóvil, crispada, asida con ambas manos a una de las columnas de ébano del lecho, desencajados los ojos, entreabierta la boca, blancos los labios, rígidos los miembros: muerta, ¡muerta de horror!”

Fotografía: Ismael Fernández

LUPIÑÉN

Hoya de Huesca / Plana de Uesca

O camín d’as almetas

En 2017 se puso en marcha un proyecto, en colaboración entre la comarca Hoya de Huesca / Plana de Uesca y el Ayuntamiento de Lupiñén, dedicado a las almetas, totons y otras tradiciones de la zona.

El acto se inicia con una marcha nocturna de carácter festivo, denominada O camín d’as almetas.

La protagonista de la noche es l’abadesa. Esta mujer, nacida en Aniés, fue acusada de brujería y ejecutada en Huesca en 1574.

L’abadesa relata antiguos cuentos populares, lanza un terrorífico discurso a los presentes y a continuación enciende la hoguera que da inicio a la comitiva de almetas, totons y de aquellos mortales que se atreven a seguirles.

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Fotografía: Ismael Fernández
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Footografía: José Luis Sanmartín

El trayecto, que une dos ermitas del término, está salpicado de escenas con elementos como el cuento de Marieta, el ensundiero o un aquelarre de bruxas.

Pero para pasar el susto, la fiesta se acompaña de embutidos, dulces y vino.

Textos: Enrique Mainé. Cultura y Patrimonio. Comarca Hoya de Huesca-Plana de Uesca.

Fotografía: Ismael Fernández

www.hoyadehuesca.com

ADAHUESCA

En Adahuesca todos los años la gente echa piedras al montón que señala el enterramiento de las abuelas de Sevil.

“Crucelós no es más que un montículo de piedras situado en una encrucijada de caminos, en el límite de los términos de Adahuesca, Abiego y Alberuela de Laliena, o tal vez sí… En los tiempos en que las epidemias asolaban estas tierras, los apestados eran expulsados fuera de los pueblos y las huegas (límites de términos) se convertían en su último hogar. Allí también surgían cementerios improvisados donde se les daba sepultura. Pero con frecuencia, los muertos se convertían en espíritus atormentados, que vagaban errantes reclamando el ánima de quienes transitaban estos caminos. Por ello, al pasar por aquí debían lanzar una piedra al montículo, en sustitución de su alma.

Esta ofrenda, además de satisfacer a los muertos, tenía el poder de atar el espíritu de los difuntos a la tierra. Semillas y muertos compartían el mismo espacio, la tierra, por lo que este rito reforzaba la fertilidad de los campos y garantizaba copiosas cosechas. Esta tradición entronca con creencias ancestrales y ritos paganos que más tarde se cristianizarían, simplemente añadiendo una cruz al montículo”.

El Legado de las Abuelas de Sevil, Turismo Somontano

www.turismosomontano.es

www.radiquero.com/animas

ALMONACID DE LA SIERRA

El toque de las campanas de la iglesia duraba antiguamente toda la noche. Había toques especiales para este día, o bien se tañía el habitual toque de difuentos.

ALQUÉZAR

En Alquézar se limpiaban por la noche las judías para la comida del día siguiente. Se dejaban encima de la mesa de la cocina y si a la mañana siguiente se encontraban algunas judías separadas del montón, esa era la señal de que algún alma pedía el mismo número de misas que judías estaban separadas.

www.radiquero.com/animas

AMBEL

Los niños con sus calabazas iluminadas se esconden a la entrada del cementerio y en la puerta de la iglesia simulando que estas lanzan sus chemecos y lamentos, para intentar asustar a las personas que van en procesión rezando rosarios y cánticos.

La tradición oral en el Moncayo. Luis Miguel Bajén y Mario Gros

Ambel

AYERBE

“O costumbre de fer calaberas a bispra de Toz os Santos también esistiba en Ayerbe y redolada. Me remero que de bien chicorrons, rematando as añadas 50 y prenzipios de os 60, os mozetes –á lo menos os de O Lugaré, que ye a parte más antigua de a poblazión– con os primers fríos setembrinos y con as primeras fosqueras de l’agüerro ya atisfábanos por os ortals de a costera de a Fuen d’os tres Caños y por a Canal á bier si i eba bella carabaza d’ixas de rabiqué. Ye berdá que as carabazas en as casas de labranza se gosaban empleyar pa fer calderadas pa os tochins y as pirinas y, si se confitaban, pa fer os famosos empanadicos; pero tamién ye berdá que muitos dueños y dueñas de os güertos –que ya eban dau de sí todo o que podeban en o berano– no paraban cuenta más que de as cols y de os cardos, y dixaban que os yerbazos, con os primers refriors, prenzipiasen á enronar todo y tamién a carabaza, tan deseyada, que  engordaba poquet á poquet, pa goyo nuestro. Si l’añada yera faborable y a coyuntura propizia, nusatros  furtábanos a carabaza eslexida e ixa tarde de o 31 d’otubre nos pasábanos buenos ratetes esperpizando-la por adintro –que buen treballo nos costaba– con as pocas y malas ferramientas que tenébanos. Cal dezir que todo isto se feba á escondimuestras de os padres y bezinos, pues ixo de que os mozetes friquiasen pretando fuego á bella cosa yera motivo  de carraños u d’una buena soba por os periglos de as leñeras, de os pallars, si se debantaba una airera y s’abentaban as purnas.

Asinas pues, con a carabaza bien á propio, con güellos, naso y boca –foratos que si a corteza yera dura tamién costaban asabelo– aguardábanos as primeras oscurinas pa meter-la en una esquina, en o cobalto d’un paretazo, con a bela dentro pa que iluminase a calabera –á bezes no tenébanos un cabo i bela y metébanos un troz de tieda–y por allí amagaus en os branquils de as puertas aguardábanos que pasase bella muller –si yera una loleta muito millor– pa bier cómo s’espantaba.

Pa desesperazión nuestra, os pocos u pocas que trachinaban por o callizo, u no paraban cuenta u no feban gota i caso. O que sí se feba en as casas con todas as de a lei y seriedá –á lo menos en a mía– por parte de mama, yera meter en a mesa u en una mesilla, as fotos de os familiars, de a parentalla más zercana; y á man una bela enzendida d’ixas marrons que gosaban fer-sen en as casas con a zera de as abellas. A bela ardeba toda a Nuei de as Animas, nuei en a que os creyens catolicos s’alcuerdan de os suyos muertos. Se pensaba que en ixas oras os defuntos podeban besitar as casas suyas y ixos rituals feban buena onra pa conduzir, si yera o caso, as almas perdidas –almas en pena– que saliban de o purgatorio y que as luzes y as orazions podeban fazilitar que engalzasen, prezisamén, a luz eterna. Si se consumiba toda a bela yera a confirmazión de que o biache eba rematau bien.”

As calaberas, Chusé Antón Santamaría (extr.)

www.nabatiando.com/2012/10/nuei-dalmetas.html

BAGÜÉS

“Además de acudir al cementerio a colocar flores en las tumbas y celebrar una misa matinal, en Bagüés se colocaban en las casas, o en las calles, calabazas en forma de calavera con una vela dentro”.

Historias de Bagüés, Javier Lafuente

www.elhortaldebruno.com

GRAUS

Cada 31 de octubre, en torno a las 6 de la tarde, se celebra una castañada popular, dirigida fundamentalmente a los niños, que tienen ese día en realidad un amplio programa de actividades con talleres en la biblioteca, cuentacuentos, proyecciones de cine de miedo, etc.

www.espaciopirineos.com

BARDALLUR

En Bardallur había que llenar las tinajas de agua para que no sufrieran las almas.

FRESCANO

En Frescano se encendía una hoguera en el campanario de la iglesia.

SALAS ALTAS

En Salas Altas las peticiones las hacían de otra manera, en la masa del pan aparecían hechos misteriosamente algunos pellizcos, tantos como misas reclamaban las almas. Dicen que las almetas suelen vivir en el pan: ¿Cuántos han visto a sus padres o abuelos hacer la señal de la cruz en el pan antes de cortarlo? ¿Y por qué no se dejaba el pan boca arriba? Había que girarlo y ponerlo boca abajo, porque si estaba boca arriba las almas sufrían. Pero lo peor que se podía hacer era clavar el cuchillo en el pan.

En Salas Altas se suele decir “estar en as tres pedretas” cuando estás en el umbral de la muerte. O también se puede escuchar “i-se-ne ta debaxo o chinebro” algo así como “ir a criar malvas”.

www.radiquero.com/animas